Nunca
hubiera querido olvidarme de ti. Era lindo tenerte cerca, soñar contigo,
extrañarte, hacerme creer a mi misma, a como diera lugar, que podíamos ser
felices así.
Nunca
hubiera querido dejarte de amar. Hubiera preferido morir del dolor de no
tenerte. De ese dolor al que me llevaste una y otra vez, durante años.
Nunca
hubiera querido obligarte a salir de mi vida. Pero me agoté de ti, de esperar
el día que jamás llegaría, de fingir que me interesaba ese otro trato, de aparentar
sonrisas y de ocultar lágrimas.
Siempre
busqué un lugar en el librero de los cuentos de amor más trágicos. En cambio,
esta historia terminó en un caja de cartón, al lado de otras anécdotas
mediocres y comunes a las que un día, terminaré por prenderles fuego.
Nunca
hubiera querido escribirlo, mucho menos decirlo, siempre te querré, pero hoy ya
no hay espacio para ti.