Existen cuentos de hadas que disfruto más
en papel, y no es que sea una amante del autoengaño, por el contrario, mi
reciente faceta de pesimista me lo tiene estrictamente prohibido, simplemente creo que el paso del tiempo y el amor se combinan de una forma
seca y ordinaria.
Al crecer, las sorpresas se buscan en otros lugares,
se miente a conciencia, se disfruta en presente y se evita el futuro. Las expectativas estorban
tanto como la moral, y entre todo este golpe de realidad, uno deja de buscar lo que
un día tanto quiso tener.