Me encantaría ser más valiente y pedirte un tanto más, contarte que estoy obsesionada con tu pasión, con tus manos fuertes y con el efecto que tienen en mi. Ver tu cara tras
confesarte que pienso en ti más de lo permitido, que tu recuerdo me tuerce
las entrañas y enchina la piel. Que por ti lo dejaría todo, que estoy dispuesta
a vivir de tu carne y tu locura durante el tiempo que nos alcance, aunque pierda lo poco que tengo, aunque nunca resulte suficiente.
Quisiera descubrir cómo y por qué me has
traido hasta aquí, a este lugar en el que luchan a diario el deseo y la razón,
a este tiempo en el que me importa tan poco lo que siempre he buscado y me
quita tanto lo que nunca busqué…
Pues sí, tengo una lista grande de
fijaciones, encabezada con tu nombre y relacionada con todo lo que representas.
Con mucha ironía, esta cobardía es mi única salvación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario