martes, 19 de enero de 2010

La presentación

Está mal que lo diga, pero estaría peor si no lo reconociera: hace ya mucho tiempo que dejé de escribir; al menos, en más de 140 caracteres. No tendría caso echarle la culpa a Twitter, a este último al contrario, solo tengo muchas cosas que agradecerle, una de ellas: tenerme pensando durante los últimos meses, si valía o no la pena iniciar con mi blog.

Pues el examen al que sometí mis ideas terminó por darle una oportunidad a mi pluma (teclado), y heme aquí… compartiendo La Novela de Paloma con todos ustedes. Si, me muero de miedo.

Por si no lo habían notado, soy una dramática que transforma escenarios extremadamente sencillos y ordinarios, en épicas escenas de novelas de amor y desamor. No, no me da pena reconocerlo, creo que me da risa, he aprendido a convertirme no solo en la protagonista sino también en fanática espectadora de mi tragicomedia. De esta forma, carcajeo y relato con ironía cada capítulo que acontece, poco a poco, perdí el miedo de hacerlo público, y lejos de considerarlo exhibicionismo se convirtió en mi propia catarsis, en fin: honestamente ¡ya no puedo dejar de hacerlo!

En el proceso, lo que más me emocionó de este ejercicio fue encontrar personas verdaderamente interesadas en leer mis cotidianidades, y lo digo así porque para ser honesta, mi vida no es nada fuera de lo común: hija única, tengo veintitantos años (jaja), de adolescente (costeña) se me metió la idea de venir a vivir al DF, tengo como 6 años radicando en la ciudad, soltera, politóloga, mi mamá secuestró a mi perro pero lo amo a la distancia, adoro a mis amigos, tengo una suerte enorme, ultra fan del karaoke, enamorada del género masculino, manejo muy mal, soy cursi, me gusta la estadística y cocino muy bien.

Ninguna de estas características suena extraordinaria, y no lo es. Me imagino que el interés que otras personas han demostrado por mis relatos, se basa en cierta identificación consigo mismos y con su vida diaria. En Twitter me he encontrado con muchas mujeres que todos los días se hacen las mismas preguntas que yo, se topan antes las mismas frustraciones, lloran por lo mismo, les preocupa lo mismo… pero sobretodo, me he encontrado muchos hombres dispuestos a escuchar, a colaborar con su punto de vista, a defender alguna posición, ¡a aprender de lo que cuento!, luego están los que mi forma de ver la vida les parece divertido y tan solo por eso, me siguen. Y al terminar eso, estoy yo, que como ya dije, poco a poco he perdido el miedo a ser descubierta y me he declarado completa fan de la vida.

Me encanta lo que todos los días me toca enfrentar, me gustan todos los detalles de este momento de vida, por supuesto que eso no significa que no tenga cosas de las que pueda quejarme: ¡miles!... ahí está el drama, y por eso, aquí está mi novela. Bienvenidos.