martes, 22 de noviembre de 2011

Se buscan motivos

Llevo tres noches soñando exactamente mismo.
Unos brazos cómodos, una sonrisa chueca y el olor que siempre me recordará a mi abuelo: el del vino jerez.

O me ayudan a descifrar mis sueños, o me consiguen a un traductor.
Tengo un presentimiento rarísimo y anticlimático...
Sin motivo aparente, me siento particularmente feliz.