martes, 13 de abril de 2010

Parece mentira que después de tanto tiempo...

La injusta de mí, jamás les ha hablado de él.
Increíble.
Es problablemente del que más cosas tenga que contar, tan solo por el número de años que ha permanecido en mi vida, y hasta ahora, ni media referencia.

El primer protagonista masculino: mi mejor amigo, el que mejor me conoce, el que más me admira... el primero que me rompió el corazón.

Abril le pertenece a él, nos pertenecía a nosotros.
Entre los dos, jamás hubo ni miel, ni romance y mucho menos cursilerías, pero de alguna forma siempre supimos que abril era nuestro mes. 18 nuestro día.

Lo conocí cuando tenía como 13 años. Contrario a lo que muchas personas creían, yo nunca imaginé que terminaría tan enamorada de él, pasaron un par de años para que así fuera.
Para mí, era mi cómplice, el galán de mi escuela, el futbolista frustrado, el novio de mi mejor amiga (sí, leyeron bien), cualquier cosa, menos un amor. Pero la vida dió muchas vueltas, las hormonas trabajaron rápidamente, nos valió madre lastimar a algunos y nos metimos en algo de lo que nunca saldríamos.

Fernando fue uno de esos amores por los que pierdes la cabeza, por los que te rebelas contra todo (jajajajaja); lo quise durante mucho tiempo, hoy lo adoro, pero diferente.

Me recuerda mi época de soñadora, cuando juraba que cambiaría el mundo: era campeona de oratoria, dejé de tocar el violín, mandé al diablo las buenas calificaciones, no sabía guardar secretos, me escandalizaba por cosas de las que hoy me carcajearía, apenas y sabía tratar con niños.

Me enseñó a alburear, a mentir y todo lo que sé de deportes: me llevaba los sábados al Pirata a ver a los Tiburones, entre semana íbamos a ver al águila al Beto Avila, los viernes por la tarde lo iba a ver a ver jugar a él a la liga municipal de futbol. Incluso me enseñó lo poco que sé de videojuegos.

El único de todos mis amores que mi mamá odió. Hoy Fer dista de ser su persona favorita, pero se ablandó mucho después de que alguien le contó que lo escucharon decir entre un grupo de amigos, que yo era la persona de la que más se sentía orgulloso.

Aunque sin entrar en detalles, le he contado del par de veces que me he vuelto a enamorar. El me platicó con la tristeza encima, porqué terminó harto de su novia con la que duró 4 años. Todavía no entiendo porqué me sigue echando en cara mis indiscreciones de hace siglos, cuando lo hace, a mi solo me provoca carcajadas.

Acabo de colgar con él: le platiqué de mi locura 3, me pregunto si sigo sufriendo por el mismo tipo, hablamos de nuestros trabajos, concluimos que extrañamos Veracruz (él también se salió de casa), me reprochó que no le marque más seguido y quedamos en vernos pronto.

Yo no creo en eso de ser amigos después de terminar, me parece ridículo.
Lo cierto es que Fernando y yo nunca anduvimos, lo cierto es que Fernando y yo nunca terminamos.

Feliz 18 de abril, le dije antes de colgar... él solo pudo reirse.

1 comentario: