Susanita sonríe

Hace ya varios meses, Susanita conoció a un tipo que le gustaba muchísimo.
Literal ¡toco la puerta de su casa!... ella buscaba roomie y él mudarse. El tipo fue la primera persona que le marcó a su cel en cuanto ella puso el anuncio de búsqueda en internet.

El depa le encantó y la ubicación le quedaba perfecta, sin embargo, él arregló sus problemas con el que en ese momento era su rommie y no se mudó de departamento; y ella, super facil, consiguió a otro interesado que se fue a vivir a su depa una semana después.
Aún asi, se cayeron perfectamente bien en el instante y aunque solo tuvieron un par de horas para platicar aquel dia, pasado un corto tiempo y tras muchas horas de chat y coqueteo, se pusieron de acuerdo y decidieron salir.

La cita fue perfecta, Susanita se la pasó increíble. Fueron los últimos en salir del restaurant al que fueron a cenar, platicaron mucho sobre ellos mismos, rieron horas, se tomaron 2 botellas de vino (salieron fundidos), y la noche terminó con una alerta al nextel de Susanita: él le dijo que la había pasado fabuloso, que le enviaba un beso y que le marcaba el fin.
Susanita comenzaba a twittear por aquellos días, recuerdo que en su timeline de ese dia se leyó un -la estoy pasando increíble- por ahí de las 11:45 pm y luego una carita feliz como a las 2:35 am.

Sobra decir que el respectivo individuo jamás la volvió a llamar.

Pasaron un par de meses y un dia, entrada la media noche, Susanita se encontró online a este tipo.
Se saludaron y formularon el clásico: ¿cómo estas? años sin saber de ti... a lo que él contestó:

- Aqui en Brasil, tuve que venir por cuestiones de trabajo, ando medio cansado y depre, traigo problemas con mi novia.

Susanita cerró la ventana del chat y jamás volvió a saludarlo.

Hace un rato, Susanita (que anda de vacaciones y tiene mucho tiempo libre) se metió a su facebook y buscó el perfil de aquel hombre. En su wall, se encontró más de 150 notificaciones de los últimos 2 meses, con los diferentes niveles de Mafia Wars en los que esta persona, al parecer, invierte su tiempo. Ni media foto con su novia, nada de fiestas con sus amigos, ¡nada! solo Mafia Wars.

Susanita no puedo evitar sonreir. Un hombre que pasa su vida entera jugando con el Mafia Wars, no era lo que tenía en mente.
Quién sabe qué tan diferente es esa enajenación, de las horas que ella pasa hoy en twitter. No le importa, ella considera su adicción, mucho más interesante y productiva que la de él. Susanita sigue sonriendo.


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Una disculpa a los que la historia de mi amiga Susanita les haya dado la peor flojera, pero anduve muy ardida durante meses y en esta ocasión, tenía que contarlo... ooops¡! ¿dije tenía? sí, bueno... Susanita soy yo. Ya.